No te lo pienses más y llama a Leonor. Le van a bastar 2 horas para estar junto a ti, dispuesta a convertirte en el hombre más satisfecho de la Tierra.


No te lo pienses más y llama a Leonor. Le van a bastar 2 horas para estar junto a ti, dispuesta a convertirte en el hombre más satisfecho de la Tierra.
La noche siguiente, Cassie trabajó en el bar de Chevens, su cuerpo zumbó y una sonrisa confusa se curvó en sus labios. Se sentía maravillosa, emocionada y nerviosa. Mañana por la noche volvería a ver a su amante enmascarado. Sin la máscara.
En relación con la salud reproductiva, de forma tradicional los programas estaban dirigidos a las mujeres. Hasta hace poquísimo tiempo daba la sensación de que desde la infertilidad hasta la paternidad responsable no eran temas masculinos.
Una de las zonas erógenas más esenciales de las mujeres es sin duda el cuello, aunque es una zona a menudo ignorada (o bien de manera rápida pasada) por los hombres. Debes tener presente que los besos en el cuello pueden ser un enorme detonante de su excitación sexual.
No obstante, si fantaseas sobre forzar a alguien a fin de que tenga sexo contigo, entonces esto podría representar que sientes que no tienes el control en tu vida real, con lo que te agrada estar dominando en tus fantasías.
Pero tu hombre perfecto lo defines tú, a lo mejor es el hombre que le gusta cocinar, o el que le agraden las películas de acción, romance, misterio, que le guste o no el fútbol, tenis o bien un deporte que tu compartas, quizas que le complazcan las mascotas o los pequeños.
Si no utiliza una inyección anticonceptiva, tomará una pastilla del día después, y además se aplicará un bálsamo vaginal singular, con la ayuda del bidet, con el fin de evitar las pequeñas infecciones que puedan ocurrir.
Cuando desaprovechas tiempo de vida discutiendo sobre pequeñeces, le dices a tu pareja que no hace nada bien. En vez de enfocarte en que pintó el baño del tono incorrecto cuando claramente tú habías pedido otro, agradece que pintó.
Llevo por nombre Gina y soy una mujer apasionada y muy cariñosa que se implica totalmente en sus relaciones y que se olvida de todas las fronteras que puedan existir entre los sexos cuando de disfrutar se trata.
Vuelves al sofá y quieres plañir. No te sale. Es normal, has decidido no regresar a plañir sin motivos. Es evidente: volverá. Paseará por la urbe y se dará cuenta de lo mucho que te echa de menos. No puede dejar de quererte. De este modo, sin más. No vas a llorar para estar radiante cuando vuelva.